ASA es un conjunto de prácticas agrícolas que protegen el suelo y permiten el uso eficiente del agua aprovechando cada gota de lluvia optimizando así la productividad. Como resultado, los agricultores maximizan el potencial de sus tierras, lo que resulta en comunidades resilientes que alcanzan mayores niveles de producción agrícola a pequeña escala en la región.
Proteger el suelo permite aumentar la infiltración y retención de agua en el suelo, incrementando la humedad disponible para las raíces del cultivo, en lugar de perderla por escorrentía o evaporación.
Al mantener el suelo permanentemente cubierto y manejar su fertilidad, aumenta la materia orgánica, se restaura la salud del suelo y esto conducen a mayores rendimientos, impactando en la seguridad alimentaria de los agricultores que implementan las recomendaciones. Estas prácticas juegan un papel importante en la restauración y conservación de los recursos hídricos de las comunidades, mejorando el paisaje y aportando acciones de mitigación al cambio climático.
Quiénes somos[edit | edit source]
Catholic Relief Services (CRS) trabaja con socios locales y nacionales para aumentar los rendimientos de los cultivos y los ingresos de miles de familias, restaurando la salud del suelo y protegiendo los valiosos recursos hídricos. El enfoque de ASA se ha formulado a lo largo de los años mediante la programación agrícola de CRS en América Latina. Los programas pasados y presentes han ayudado a construir un conjunto de conocimientos, herramientas y habilidades que alimentan la innovación y alimentan nuestras ambiciones de conectar aún más comunidades con los beneficios de gran alcance de ASA. Los aliados de los sectores público y privado, junto con una diversidad de organizaciones de la sociedad civil, son nuestros socios en este viaje.
El enfoque ASA[edit | edit source]
ASA es el enfoque basado en el conocimiento que permite a los agricultores maximizar el potencial de sus tierras a través de la práctica de restaurar el suelo para gestionar el agua, y cultivar un futuro próspero al aumentar los rendimientos.
De la mano de la evidencia en la mejora de los rendimientos al aplicar las prácticas ASA, se busca fortalecer la resiliencia ante la variabilidad climática y los climas extremos. Las comunidades con las que se trabajan enfrentan un éxodo de jóvenes y adultos jóvenes de la agricultura, que ven la migración como respuesta a la falta de oportunidades. Un enfoque más amplio de ASA permite vincular la producción con los mercados, con la juventud y con las nuevas tecnologías para un abordaje más integral de la agricultura en la región.
Este enfoque alcanza a productores en comunidades de Guatemala, Honduras, Nicaragua y el sur de México que son parte del Corredor Seco; pero también se espera impactar a más productores al escalar estas prácticas agrícolas a través de cuatro objetivos estratégicos:
Los agricultores están aplicando los principios propuestos por las prácticas ASA en sus fincas, y así se obtienen cultivos más diversos para el autoconsumo y los mercados. Además, esta producción cuenta con los beneficios de la agricultura de conservación y contribuye a la resiliencia frente a los climas extremos.
Una vez que los agricultores han aumentado los rendimientos, se buscan oportunidades de mercado para que la agricultura de conservación sea el medio de vida familiar próspero y resiliente.
La vinculación de los jóvenes a la agricultura requiere un apoyo urgente para mantener la sostenibilidad a largo plazo de los paisajes agrícolas en la región. ASA busca ofrecer un programa de formación integral a los jóvenes que aumente sus oportunidades de liderazgo y medios de vida para que encuentren oportunidades economicas en casa mientras hagan una contribución significativa a la restauración de sus territorios.
El uso de tecnologías nos permite fortalecer el proceso de extensión agrícola en forma pertinente y oportuna a las necesidades de los productores. Con este abordaje, se apoya de manera integral a un mayor número de familias y comunidades, tanto de forma presencial (a través de promotores locales en las escuelas de campo) como virtual a través de programas de radio, línea de asistencia técnica, redes sociales y plataformas de educación en línea como el Aula de ASAvirtual y la ASApedia.
Prácticas ASA[edit | edit source]
Cuando el suelo está protegido y el agua verde se usa de manera eficiente, se aprovecha al máximo cada gota de lluvia. Esto se consigue mejorando la infiltración y retención del agua en el suelo, lo cual aumenta la humedad disponible para las raíces de los cultivos y evita la pérdida de agua por escorrentía o evaporación. Mantener los suelos cubiertos y manejar la fertilidad del suelo aumenta la materia orgánica, restaura la salud del suelo y conduce a mayores rendimientos. Esta práctica también juega un papel importante en la restauración y conservación de los recursos hídricos de las comunidades río abajo.
Con las prácticas ASA se aumenta:
La productividad del agua al reducir la evaporación e incrementar la infiltración, la retención de agua en el suelo y el agua disponible para las plantas.
La materia orgánica en el suelo, fundamental para mejorar la salud y fertilidad del suelo.
La retención de agua, por más tiempo aumentando la disponibilidad de agua para los cultivos, especialmente durante prolongados períodos sin lluvia, y disminuyendo las pérdidas en la cosecha por escasez de agua.
La resiliencia de la finca y del sistema agrícola frente a condiciones climáticas adversas como sequías, eventos de precipitación extrema y altas temperaturas.
El retorno de inversión generando un aumento de los ingresos netos como consecuencia del aumento de la productividad y la reducción de costos en la finca.
- Agricultura de Conservación: con la eliminación de la quema como requisito previo, la agricultura de conservación combina prácticas de mínima labranza, con cobertura permanente del suelo y rotación de cultivos.
- Agroforestería: uso de árboles en los sistemas agrícolas ya sea como cultivo principal o secundario, para sombra, barrera cortavientos o conservación del suelo y producción de biomasa que alimente al suelo y al cultivo.
- Manejo Integrado de la Fertilidad del Suelo (MIFS): abordar la nutrición de la planta desde una perspectiva holística del manejo del suelo que incluya tanto insumos orgánicos como fertilizantes minerales usados de lo forma más eficiente. Es fundamental tomar decisiones de manejo 4 R (aplicando la cantidad recomendada de fertilizante, en el momento, lugar y forma recomendada). También el mantenimiento de valores críticos para la fertilidad del suelo en cultivos específicos es esencial para lograr sistemas de producción resilientes y sostenibles.
- Manejo del agua: un buen manejo del agua también requiere, además de manejar el suelo para la productividad del agua a nivel de finca, una perspectiva más allá de la finca, hacia el paisaje agrícola, mediante el análisis de los recursos hídricos. Este análisis incluye los balances hídricos que examinan las necesidades de agua a nivel de cuenca; la evaluación de cosecha de agua y el potencial del riego complementario;o la coordinación con otros actores en el paisaje agropecuario tanto río arriba como río abajo.
- Cultivos de cobertura y abonos verdes: el uso de plantas para la cobertura del suelo, mejorar su fertilidad, controlar malezas y escorrentía; e incrementar la materia orgánica es fundamental para ASA. Los cultivos de cobertura y abonos verdes usualmente son leguminosas anuales, aunque también pueden ser árboles, arbustos y enredaderas. Las leguminosas de cobertura son particularmente efectivas para mejorar la estructura del suelo, que a su vez optimiza el desarrollo de la raíz y la profundidad efectiva del suelo.
- Manejo de pastos y forrajes: el sobre pastoreo en las laderas escarpadas de Centroamérica y Mexico ha agravado mucho la degradación de los recursos de suelo y agua porque los animales comen toda a cobertura que debería proteger la superficie del suelo y sus patas compactan la superficie expuesta. ASA aborda el manejo de pastos con el pastoreo rotativo, la integración de forrajes de corte en rotaciones de cultivos, practicas silvo pastoriles, y el almacenaje de alimentos para el verano.
Conceptos fundamentales[edit | edit source]
Agua verde[edit | edit source]
El Agua Verde es un término acuñado por Falkenmark y Rockström, para describir la fracción del agua que es agua de lluvia infiltrado en el suelo, retenido como humedad del suelo y disponible para ser aprovechado por las plantas para su desarrollo. Esta fracción del agua representa dos terceras partes de los recursos hídricos de agua dulce en el ciclo del agua, sin embargo, el Agua Azul (disponible en las fuentes de agua superficiales y en los acuíferos) domina en la planificación y gestión de recursos hídricos. Hay mucho más potencial de producir más alimentos con el agua de lluvia disponible con un enfoque de Agua Verde que maximiza la infiltración y retención de agua de lluvia en el suelo.
Agricultura de conservación[edit | edit source]
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la agricultura de conservación comprende un conjunto de principios y técnicas con el objetivo fundamental de conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente y sostenible de los recursos naturales, principalmente por manejo integrado del suelo y el agua. La agricultura de conservación se sustenta en tres principios fundamentales: (1) la cobertura permanente del suelo, (2) la rotación o diversificación de los cultivos y (3) la perturbación mínima del suelo.
Planificación de la finca[edit | edit source]
Falta información sobre este concepto.
Contenido disponible[edit | edit source]
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