La situación climática cada vez se vuelve una problemática de carácter urgente, la cual afecta de manera transversal, puesto que no solo constituye una cuestión meramente ambiental, sino que tiene repercusiones sociales, culturales, económicas y hasta políticas, afectando a las poblaciones más vulnerables. Cabe resaltar que la urgencia climática de la crisis climática no es un problema de actualidad, sino un desafío en constante empeoramiento, forjado por una serie de causas a lo largo de los años. La utilización continua de combustibles fósiles, la explotación desmedida de recursos naturales, la deforestación, la agricultura intensiva y la urbanización sin planificación han contribuido a la creciente degradación ambiental. La necesidad de una acción efectiva y transformaciones profundas se torna esencial para abordar estos factores y revertir el curso preocupante de la crisis climática.
Ahora bien, es importante señalar que el cambio climático se refiere a un patrón de alteraciones a largo plazo en las condiciones climáticas de la Tierra. Estas alteraciones pueden incluir cambios en la temperatura media de la superficie, patrones de precipitación, niveles del mar y otros indicadores climáticos. El cambio climático es un fenómeno natural que ha ocurrido a lo largo de la historia de la Tierra, pero en la actualidad, se utiliza comúnmente para referirse al cambio climático antropogénico, es decir, aquel causado por la actividad humana. Puede agregarse que las repercusiones del cambio climático tienen un impacto particularmente negativo en las poblaciones más vulnerables de El Salvador. Los eventos climáticos extremos, el aumento del nivel del mar y la degradación ambiental afectan desproporcionadamente a las comunidades con menos recursos y menos capacidad para adaptarse. A pesar de los esfuerzos implementados, lamentablemente, no han tenido el impacto necesario debido a la falta de compromiso por parte de los Estados y la insuficiente adopción de medidas efectivas. Además, la urgencia de la crisis climática a menudo se ve opacada por otras emergencias que han surgido, lo que ha llevado a relegar a un segundo plano. Las personas jóvenes desempeñan un papel clave al proponer estrategias y acciones locales efectivas, coherentes y planificadas en respuesta a esta situación. Sus iniciativas se centran en adaptación, transparencia y mitigación, con un enfoque en derechos humanos y justicia climática. A través de YOUNGO,[1] se garantiza que las voces de la juventud sean escuchadas a nivel mundial.
- ↑ YOUNGO es la circunscripción juvenil de la CMNUCC. Consiste en muchas organizaciones, grupos, delegaciones e individuos liderados por jóvenes que trabajan en campos relacionados con el cambio climático. YOUNGO, como circunscripción oficial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), tiene derecho a estar representado en las negociaciones organizadas por la CMNUCC. En el 2009 la Secretaría de la CMNUCC extendió el estatus de distrito electoral a las ONG’s juveniles admitidas, dando lugar así a la visión de YOUNGO que busca empoderar a la niñez y juventud para que tomen medidas ante el cambio climático. Se trabaja para mejorar sus habilidades y capacidades para impulsar las acciones y políticas climáticas necesarias y ambiciosas en todos los niveles hacia un futuro climático justo y habitable. Crea un espacio de participación juvenil para generar contribuciones desde otra perspectiva de cara a la COY18 y COP28.