La comunidad Bocana de San Diego, es una comunidad costera, ubicada en el municipio del Puerto de La Libertad, en el departamento de La Libertad, El Salvador. En la bocana se unen tres ríos los cuales son: Amayo, Quiquistillo y Tacuazín. Todo el sector es conocido como San Diego porque anteriormente eran parte de una finca de ese nombre.
Descripción de la comunidad[edit | edit source]
La comunidad Bocana de San Diego, se ubica en el municipio del Puerto de La Libertad, tiene aproximadamente 130 familias que viven en 100 viviendas, según los datos del último censo realizado por la Junta Directiva de la comunidad, sin embargo, no se encuentran datos actualizados sobre el número personas por grupos etareos importantes, como niñez, juventud y tercera edad.
En la comunidad, hay acceso al transporte público en las calles principales, algunos miembros cuentan con vehículo propio, sin embargo, los accesos a la comunidad son de tierra lo que dificulta la movilización.
Características relevantes[edit | edit source]
La situación habitacional de las nuevas generaciones, conlleva a que gran parte de los nuevos núcleos familiares se mantienen en la misma casa donde viven los padres, mientras otros construyen una nueva vivienda a la par o dentro de la comunidad. No hay un censo comunitario de la materialidad de las viviendas, pero según las y los habitantes, más de la mitad de las viviendas están compuestas de láminas y materiales diversos como plásticos y madera, el suelo es de tierra o arena, y una pequeña parte (principalmente, los ranchos privados) son de concreto.
Las actividades económicas, por ser una comunidad costera, estan relacionadas a fuentes de empleo que se desarrolla en torno a la pesca, el comercio y el sector turismo.
La comunidad cuenta con una red de cañería de agua residencial que abastece algunas viviendas, se cuenta con acceso a electricidad de manera regular, alumbrado público, más no con alcantarillado público ni tratamiento de aguas residuales.
La contaminación en la comunidad se ha incrementado, y de manera directa ha afectado a todas las personas de la comunidad, la principal razón es la gran cantidad de basura que llega a la bocana y contamina las fuentes de agua, dando como resultado gran pérdida de vida marítima y la biodiversidad de la zona; provocando, menor actividad pesquera, reducción de ingresos y sobreexplotando la pesca en otras zonas.
Entorno de la comunidad[edit | edit source]
La comunidad de la Bocana de San Diego, cuenta con acceso a los principales servicios de salud, educación, seguridad y recreación, la cual se detalla, a continuación:
- La Delegación de la Policía Nacional Civil (PNC) más cercana se encuentra a 2 kilómetros de distancia.
- La clínica o unidad de salud más cercana está ubicada a 20 kilómetros de distancia.
- El hospital más cercano, en este caso, Hospital Nacional San Rafael, se encuentra a 40 kilómetros en Santa Tecla.
- La escuela pública está dentro de la comunidad.
- El instituto de educación media se encuentra en el Puerto de La Libertad, a 15 kilómetros.
- La Alcaldía Municipal se encuentra a 20 kilómetros de distancia.
- Tienen una cancha deportiva en mal estado.
- Tienen una casa comunal recién remodelada.
Historia de la comunidad[edit | edit source]
Según recuerdan los y las pobladores, la zona tuvo sus primeros asentamientos en la década de 1970, era una zona verde no protegida por el estado lo que permitió los primeros asentamientos de las familias en el lugar. Se vendió parte de la comunidad y la otra sigue siendo parte del Estado. Lleva el nombre de "Bocana de San Diego" por la desembocadura de los tres ríos Amayo, Quiquistillo y Tacuazín, y todo el sector es conocido como "San Diego" por haber sido parte de una gran hacienda.
En la actualidad casi una mitad de la comunidad es propiedad privada, y la otra no posee ningún tipo de escrituras o documentos que legalicen su tenencia sobre la tierra y sus viviendas.
Período de COVID-19 y afectaciones por tormentas tropicales en la comunidad[edit | edit source]
La comunidad pasó confinada completamente desde el inicio de la cuarentena desde marzo a julio 2020, no podían movilizarse al mar ni realizar sus actividades laborales, algunos expresaron haber experimentado grandes niveles de ansiedad e incertidumbre por la situación, sin embargo, nadie en la comunidad se vio afectado de gravedad por la enfermedad.
Con respecto a la situación escolar, los niños y las niñas dejaron de ir a la escuela y continuaron de manera remota, vía virtual y presentando guías escolares.
La ayuda recibida fue muy poca, la mayoría de familias no se vio beneficiada con el bono de $300.00 otorgado por el gobierno central, ni ningún otro bono, y el apoyo se limitó a recibir 4 bolsas solidarias de alimentos.
Durante las tormentas, Amanda y Cristóbal de junio y julio 2020, la comunidad fue severamente afectada por las fuertes lluvias que causaron el desborde del río, y provocaron que el manglar llegará a su punto más alto, arrastrando ramas, piedras y todo tipo de basura hacia la comunidad.
Organización Comunitaria[edit | edit source]
La comunidad funciona a través de distintos grupos, comité del agua, comité de protección civil, comité de tortugueros, asociación de pescadores. Sin embargo, no hay una junta directiva establecida, por lo que, son estos comités los encargados de coordinar actividades comunitarias y gestionar las ayudas externas.
La comunidad, cuenta con protocolos de evacuación para tsunamis y su propio comité de protección civil.
Amenazas o zonas de riesgo de la comunidad[edit | edit source]
El constante peligro dentro de la Comunidad aumenta en la temporada de invierno, por lo general, acompañada de tormentas tropicales que provocan el desbordamiento de la bocana e inundan toda la comunidad, causando pérdidas materiales. Pese a que tienen un plan de evacuación, toda la comunidad se ve fuertemente afectada durante el invierno, sin embargo, la comunidad ha identificado cuales son las zonas de mayor riesgo y se prioriza que estas personas sean las primeras evacuadas. Su albergue comunitario es la casa comunal, no obstante, está también se ve afectada durante las tormentas, además, la comunidad no está provista de un sistema de alcantarillado para el tratamiento de aguas negras, por lo que, durante las inundaciones aumenta el riesgo.
Acceso y calidad de agua potable[edit | edit source]
El sistema de distribución de agua que tiene la comunidad Bocana de San Diego, se construyó hace aproximadamente 40 años y solo abastece a las viviendas que en ese momento estaban en la comunidad, sin preverse el aumento de las viviendas y familias. Según diversas instituciones que han realizado estudios sobre el agua, esta se encuentra altamente contaminada, por lo que, más del 80% de las familias de la comunidad optan por comprar agua potable, gastando hasta $10 semanales. El agua que reciben por medio de la cañería solo la reciben por un aproximado de dos horas al día, y a veces llega con presión baja que no permite su correcta recolección, obligando a las familias a utilizar otras fuentes de agua para uso doméstico y a la compra de la misma a otras comunidades.
A pesar de ser una comunidad rodeada por diversas fuentes de agua no es posible su consumo, debido a que está altamente contaminada, por lo tanto, se utiliza exclusivamente para el aseo personal y las tareas del hogar.
Las familias que no tienen la posibilidad de comprar agua potable utilizan algunos métodos de filtración de agua como hervirla o clorarla, sin embargo, la mitad de está población no utiliza ningún método de purificación y la consume así.
Principales retos[edit | edit source]
El tema de agua de calidad en esta comunidad es muy urgente, porque a pesar de que sí hay un acceso diario a esta, es solamente por un par de horas, y cuando se recibe, la presión es muy baja, por lo que, varias familias han construido sus "pilas" muy cerca o al nivel del suelo. Hubo un tiempo en que las familias utilizaban agua salada para el aseo diario, pero lo dejaron de hacer por la pérdida y decoloración del cabello.
Otro de los problemas más urgentes de la comunidad, es el tratamiento inadecuado de los desechos sólidos y residuales. Por toda la zona hay distintos botaderos de basura, siendo uno de los principales, un botadero de baterías que se encuentra dentro de la comunidad. Estos focos de basura contaminan el suelo y la calidad de agua, sin embargo, hasta el momento, no hay un plan de tratamiendo de estos desechos. La comunidad reconoce que sus fuentes de agua están contaminadas, pero esto en su mayoría no es debido a los desechos que en la comunidad se producen, sino a los desechos generados por las comunidades aledañas y la actividad turística.
Sueños, metas y esperanzas[edit | edit source]
La comunidad quiere bienestar en aspectos básicos y necesarios para el desarrollo humano tales como: mejor acceso y calidad de el agua; establecimientos de salud más cercanos; mejora de la infraestructura escolar; así como, mejora en los accesos y calles de la comunidad; y por último, tratamientos adecuados para los desechos solidos y aguas negras.
Por otro lado, la comunidad desearía ver a la Bocana de San Diego como un punto turístico de gran relevancia, que atraiga al sector turismo como años atrás, dar a conocer la belleza de la playa, acompañado de una infraestructura digna.
Y por último, el mayor sueño de los referentes de la comunidad es, la prosperidad para todas las familias de la comunidad.
Mapeo de Soluciones[edit | edit source]
Durante la segunda actividad, "Mapeo de Soluciones" se levantó una encuesta que profundizó en el acceso y calidad de agua potable, siendo seleccionada para eso, una muestra de 33 familias, distribuidas en los tres sectores que conforman la comunidad. Los resultados se presentan a continuación.
ACCESO Y CALIDAD DE AGUA POTABLE[edit | edit source]
El sistema de distribución de agua que tiene la comunidad Bocana de San Diego, se construyó hace aproximadamente 40 años y solo abastece a las viviendas que en ese momento estaban en la comunidad, sin preverse el aumento de las viviendas y familias. Según diversas instituciones que han realizado estudios sobre el agua, esta se encuentra altamente contaminada, por lo que, más del 80% de las familias de la comunidad optan por comprar agua potable, gastando hasta $10 semanales. El agua que reciben por medio de la cañería solo la reciben por un aproximado de dos horas al día, y a veces llega con presión baja que no permite su correcta recolección, obligando a las familias a utilizar otras fuentes de agua para uso doméstico y a la compra de la misma a otras comunidades.
Según las familias encuestadas, un poco más de la mitad tiene acceso a agua domiciliar.
Gráfico 1: ¿Dispone de agua potable para beber y cocinar en su vivienda?
A pesar de ser una comunidad rodeada por diversas fuentes de agua no es posible su consumo, debido a que está altamente contaminada, por lo tanto, se utiliza exclusivamente para el aseo personal y las tareas del hogar.
Gráfico 2: Pensando en la frecuencia con que se obtiene el agua para beber y cocinar, ¿se satisfacen las necesidades del hogar?
De las 33 familias encuestadas, 17 afirman que con el agua que logran conseguir y almacenar, si se satisfacen mucho las necesidades del hogar, frente a 11 que satisfacen casi nada las necesidades, y 5 que muy poco se satisfacen.
Gráfica 3: ¿De dónde obtiene el agua para beber?
Sin embargo, para la gran mayoría de familias, esta agua únicamente puede ser utilizada para uso doméstico ya que no está purificada. Ante esto, las familias encuestadas poseen entre uno a tres fuentes de obtención de agua potable, más del 80% de los encuestados compran agua potable, frente a un 8% que la toma de la cañería, y un 5% que la obtiene de su propio pozo, o les proporcionan una "cantarada" los vecinos.
Gráfico 4: Antes de consumir el agua, ¿utiliza algún método de purificación?
Las familias que no tienen la posibilidad de comprar agua potable utilizan algunos métodos de potabilización, estos podrían variar entre uno a tres formas para purificarla; sin embargo, son muy pocas las viviendas que lo hacen, y en su mayoría la consume o la han consumido sin purificar; aunque la mayor parte de las familias compran agua, afirman que cuando no se puede comprar se consume tal cual viene de la cañería, pese a no estar limpia. En cuanto a la otra alternativa para purificar, mencionaron que utilizan gotas de lejía o la "puriagua" que les proporcionaba la Unidad de Salud.
MAPEO DE SOLUCIONES[edit | edit source]
Durante esta etapa se reconoció las ideas de los y las pobladores con respecto al acceso, recolección y almacenaje del agua, así como también, prevención a los posibles riesgos, y se encontró varias soluciones que en la actualidad se están implementando, como:
- Construcción de pozos familiares.
- Almacenaje de agua en recipientes reutilizados.
- Compra de agua a otras comunidades.
- Compra de agua a empresas distribuidoras de agua.
- Hervir el agua para consumo.
