La Lana es una fibra textil de origen animal. Se obtiene a partir de la esquila del vellón de la oveja. En los últimos años el mercado de la lana ha ido disminuyendo y en la actualidad es considerado como un producto de lujo.
Esta fibra tiene propiedades como la capacidad de absorber mucha agua sin que se produzca una sensación de humedad, también brinda calor agradable en tiempos fríos, repelencia inicial al agua, y capacidad de enfieltrarse.
Para su cuidado se debe evitar el uso de blanqueadores, la agitación mediante procesos mecánicos (lavarropas) y el agua muy caliente ya que las fibras de lana no son muy estables.
LAVADO:
Al igual que el denim o tela de jean, los pelos de los animales solo deben lavarse cuando sea absolutamente necesario. Se debe utilizar siempre un jabón especial para lana y lavado en un ciclo suave o a mano.
SECADO:
Se recomienda colocar la prenda sin colgar y conservando su forma normal. Evitar la exposición solar.
GUARDADO:
A la lana la atacan las polillas. Se recomienda colocar bolas de madera de cedro en el armario puede ayudar a mantener a las polillas alejadas, o también guardar la ropa de lana en bolsas de algodón selladas ya que a las polillas no les gusta el algodón.
DESCARTE:
La ropa de lana suele tener una larga vida útil así que se puede donar a una persona conocida. De lo contrario, las fibras animales puras, aquellas que no hayan sido teñidas o las que hayan sido teñidas con pigmentos vegetales se pueden compostar, siempre y cuando la prenda no contenga fibras sintéticas ni tinturas (consulta la etiqueta). Si la ropa está en condiciones decentes, la tienda de caridad local también puede aceptarla.
