La perturbación mínima del suelo busca equilibrar las necesidades humanas con la conservación a largo plazo de la salud del suelo y los ecosistemas asociados.

La perturbación mínima del suelo se refiere a la práctica de realizar disturbios o alteraciones en el suelo en la menor medida posible durante actividades humanas o prácticas agrícolas. El objetivo es reducir al máximo el impacto negativo en la estructura, composición y salud del suelo. Este enfoque se busca especialmente en la agricultura sostenible y en prácticas que buscan conservar la salud y la fertilidad del suelo a largo plazo.

Labranza mínima, ASA (2019).

Siembra de cultivos bajo la mínima perturbación del suelo, utilizando el espeque para siembra directa de granos básicos, arados solo realizando el surco de siembra y azadones para revivir camellones en el caso de hortalizas.

Algunas estrategias asociadas con la perturbación mínima del suelo incluyen:

  • No labranza (No-till): la labranza es el proceso de arar y dar vuelta al suelo. En sistemas de agricultura sin labranza (no-till), se evita o se minimiza la labranza para conservar la estructura del suelo, reducir la erosión y preservar los microorganismos beneficiosos presentes en el suelo.
  • Cubierta vegetal: mantener una cobertura vegetal constante, ya sea mediante cultivos de cobertura o residuos de cosechas en la superficie del suelo, ayuda a protegerlo contra la erosión, mejora la retención de agua y proporciona materia orgánica para alimentar a los microorganismos del suelo.
  • Rotación de cultivos: rotar los cultivos ayuda a prevenir la degradación del suelo al variar los tipos de plantas cultivadas en una parcela a lo largo del tiempo. Diferentes cultivos tienen diferentes demandas nutricionales y pueden contribuir de manera diferente a la salud del suelo.
  • Uso de equipos livianos: utilizar maquinaria agrícola y equipos que generen una presión mínima sobre el suelo ayuda a reducir la compactación y la alteración física del mismo.
  • Prácticas de conservación del agua: implementar prácticas que conserven el agua, como el riego eficiente y la gestión de cuencas hidrográficas, contribuye a mantener la humedad en el suelo y prevenir la erosión.

Bibliografía[edit | edit source]

Agua y Suelo para la Agricultura (ASA). ''Instructivo 2 - Evaluación Visual de Suelos''. Nicaragua: 2019. https://asa.crs.org/recursos/evaluacion-visual-de-suelos-instructivo-2/

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Authors Paola Moreno
License CC-BY-SA-4.0
Language English (en)
Translations Spanish
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Created December 19, 2023 by Paola Moreno
Modified February 19, 2024 by Paola Moreno
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