Diagnóstico diferencial
La apendicitis se desarrolla cuando la abertura del apéndice se obstruye con moco, hinchazón, inflamación, fecalito o una masa. El dolor inicialmente está mal localizado, pero luego se localiza en el cuadrante inferior derecho cuando la inflamación afecta directamente al peritoneo parietal.
La pielonefritis es una infección ascendente del tracto urinario superior, específicamente del parénquima renal y la pelvis renal. La pielonefritis puede ser aguda o crónica. Si no se trata, puede provocar sepsis y abscesos renales y puede causar hipertensión secundaria e insuficiencia renal. A diferencia de la apendicitis, la pielonefritis se presenta con mayor frecuencia en mujeres debido a que la uretra es más corta y el análisis de orina demostraría piuria y bacteriuria.
La diverticulitis es una inflamación de una protuberancia del colon sigmoide que suele presentarse con dolor en el cuadrante inferior izquierdo y fiebre. Sin embargo, las personas de ascendencia asiática y africana tienen colon sigmoide redundante, lo que significa que el colon sigmoide puede extenderse hasta el lado derecho del abdomen. Cuando estas personas tienen diverticulitis, pueden presentar dolor en el cuadrante inferior derecho. Al igual que en el caso de la apendicitis, los análisis de laboratorio no son específicos y el paciente puede presentar rebote y defensa. Sin embargo, la diverticulitis se presenta con mayor frecuencia en el colon sigmoide y, como tal, se presenta con dolor abdominal del lado izquierdo.
La gastroenteritis, también conocida como diarrea infecciosa, es una inflamación del tracto gastrointestinal causada con mayor frecuencia por virus, pero también puede deberse a bacterias, parásitos y hongos. Los pacientes suelen presentar calambres generalizados, dolor abdominal, diarrea, vómitos y anorexia. A diferencia de lo que ocurre en la apendicitis, los contactos y la dieta del paciente son importantes. Los pacientes suelen estar expuestos a un contacto enfermo o a alimentos contaminados antes de desarrollar los síntomas.
La tuberculosis gastrointestinal es un tipo de tuberculosis extrapulmonar que generalmente se presenta con síntomas pulmonares, pero rara vez puede presentarse sola. Representa el 1-3% de los casos de tuberculosis en todo el mundo. Los pacientes pueden tener una presentación subaguda con dolor abdominal generalizado que puede imitar una apendicitis aguda. Sin embargo, es probable que los pacientes con tuberculosis gastrointestinal presenten síntomas sistémicos que incluyen hepatoesplenomegalia, pérdida de peso o linfadenopatía. Los pacientes pueden tener una perforación u obstrucción asociada a la tuberculosis. Si es necesaria una intervención quirúrgica, NO se recomienda una incisión en el cuadrante inferior derecho porque es necesario evaluar todo el intestino.
Los principales tipos de enfermedad inflamatoria intestinal son la enfermedad de Crohn (que afecta el intestino delgado y el intestino grueso, así como la boca, el esófago, el estómago y el ano) y la colitis ulcerosa (que afecta principalmente el colon y el recto). Los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal incluyen dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal, calambres abdominales intensos y pérdida de peso. A diferencia de los pacientes con apendicitis, los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal tendrán más que solo dolor abdominal.
La fiebre tifoidea es una infección bacteriana causada por la bacteria Salmonella serotipo Typhi. Se transmite al ingerir alimentos o beber agua contaminada con heces de una persona infectada. Los síntomas incluyen fiebre alta, diarrea y vómitos. Uno de cada diez pacientes puede tener una complicación urgente, incluida la perforación de úlceras intestinales. Los pacientes pueden tener úlceras perforadas que requieran una intervención quirúrgica. A diferencia de la apendicitis, los pacientes con úlceras tifoideas presentan una respuesta peritoneal tardía. Si es necesaria una intervención quirúrgica, NO se recomienda una incisión en el cuadrante inferior derecho porque se debe evaluar todo el intestino para detectar lesiones tifoideas.
Cuando un óvulo fecundado crece fuera del útero. En 9 de cada 10 casos, el óvulo fecundado se encuentra dentro de la trompa de Falopio. Puede resultar difícil diferenciarlo de una apendicitis. En todas las pacientes en edad fértil, se debe realizar una prueba de embarazo. Si la prueba de embarazo es positiva, se debe realizar una ecografía del cuadrante inferior derecho.
Las pacientes con un quiste ovárico hemorrágico presentan dolor súbito en la zona abdominal inferior o en la pelvis. La historia menstrual es esencial para comprender la cronología. A diferencia de la apendicitis, el tratamiento para la rotura de un quiste ovárico hemorrágico es de apoyo.
La torsión ovárica es el resultado de la torsión del ovario sobre los ligamentos que lo sostienen. La paciente suele presentar dolor abdominal bajo de inicio agudo. Estas pacientes suelen tener una patología subyacente. Al igual que la apendicitis, esta patología se beneficiaría de una intervención quirúrgica. Sin embargo, para evitar una incisión incorrecta, una ecografía Doppler puede mostrar el ovario con flujo sanguíneo alterado.
La enfermedad inflamatoria pélvica puede presentarse con fiebre y dolor abdominal bajo, con posibles síntomas adicionales relacionados con el tracto urogenital. Para diferenciarla de la apendicitis, se debe obtener una historia clínica completa del paciente, que incluya su historial sexual. La paciente puede tener dolor al mover el cuello uterino en el examen vaginal.